Sabías que las zapatillas de running tienen variaciones pensadas específicamente para el hombre o la mujer. Diferencias que van más allá de los colores y consideran el peso, la anatomía y biomecánica de ambos sexos. Aquí algunas a considerar:
El peso, la amortiguación: Hombres y mujeres pueden medir lo mismo, pero en la mayoría de los casos los hombres pesan más, por lo tanto, sus zapatillas necesitan mayor amortiguación para el impacto con el suelo. Es decir, mayor soporte en los talones.
Flexibilidad: Este aspecto relacionado a los ensayos biomecánicos comprueban que las mujeres tienen mayor flexibilidad, por lo tanto, sus zapatillas tendrán suelas con más surcos y menos peso.
Horma: Las zapatillas femeninas tienen una plantilla más curvilínea y a diferencia de los diseños masculinos tienen el empeine más recto, pues no requieren de mayor torsión.
Talón: El talón de aquiles de las mujeres es menos resistente, por lo tanto, necesita mayor soporte. Esto se logra con una zapatilla que tenga la caña levemente elevada.